El ejecutivo de Castilla-La Mancha ha decidido apostar por el termalismo como una de las principales vías de desarrollo del turismo regional a medio y largo plazo. Tal y como apunta la titular de Fomento, Marta García de la Calzada, “Hemos valorado la situación actual de todos los recursos hidrominerales de nuestra región y hemos concluido la necesidad de apostar por este sector porque hemos detectado posibilidades de expansión”. De esta forma, el departamento de turismo promoverá entre la iniciativa privada la construcción de nuevos balnearios dentro de su territorio, que se sumarían a los nueve que funcionan en la actualidad.
La primera medida para desarrollar esta estrategia ha sido la elaboración de un estudio sobre el aprovechamiento de los recursos termales en Castilla-La Mancha, en el que se han identificado 20 localizaciones que, por sus características geomineras y por los recursos hídricos mineromedicinales que albergan el subsuelo, serían idóneas para la fundación de nuevos balnearios. El Plan de Inversión y de Creación de Empleo incentivará con medidas especiales la explotación privada de estos futuros centros termales con el doble objetivo de “generar bienestar y salud entre los ciudadanos” y “crecimiento económico y empleo” en las zonas rurales señaladas en el estudio.
Los 20 puntos potencialmente aprovechables para la hidrología médica están repartidos por las cinco provincias de la región, seis en Ciudad Real , Albacete, Guadalajara y Toledo tienen cuatro cada una, y dos en Cuenca. Estos se sumarían a los nueve Balnearios con aguas mineromedicinales con fines terapéuticos que funcionan en la actualidad y que suman 1.800 plazas hoteleras, con una ocupación media del 77%, a través de 56.000 clientes anuales que suman 500.000 pernoctaciones anuales. Estos datos revelan la importancia del activo termal para el turismo manchego.
Castilla-La Mancha quiere así poner en valor sus recursos hidrominerales por los importantes valores socioeconómicos que reporta al medio rural y por las posibilidades de expansión del sector, como García de la Calzada ha señalado en declaraciones a los medios: “En Castilla-La Mancha tenemos unas aguas mineromedicinales de excelente calidad, de ahí nuestra tradición en el sector de los balnearios”. “Un sector, que además genera beneficios socioeconómicos, y numerosos puestos de trabajo en un ámbito que especialmente lo necesita, el entorno rural”.
