La actividad empresarial produce efectos en una triple vertiente -económica, social y medioambiental- que no pueden ser obviados por los directivos y trabajadores de una organización. Al menos así lo entienden los gerentes del Balneario El Raposo, que desde hace años se esfuerzan por mantener un desarrollo sostenible de su actividad donde se atienden de forma armónica estos tres ámbitos de actuación.
De esta forma surgió el Sistema de Gestión de la Calidad y Medio Ambiente, un conjunto de directrices y normas de funcionamiento con el que se pretende una mejora continua de su actividad empresarial, al tiempo que se minimiza el impacto en el medio ambiente y se consigue un desarrollo del entorno social en el que opera, lo que se traduce en altos niveles de satisfacción de clientes, proveedores y agentes sociales.
Estos valores éticos fueron incorporados a su cultura empresarial, de la que son partícipes todos los trabajadores y directivos del Balneario, de tal forma que aceptan la obligación de cumplir no sólo con la legislación aplicable sino con todos aquellos compromisos y códigos de buenas prácticas asumidos por iniciativa propia.El fruto de todos estos esfuerzos sembrados durante años se ha recogido a lo largo del presente año en forma de reconocimientos y certificados que avalan el buen hacer de El Raposo en su actividad diaria, unos en forma de renovación y otros de nueva adjudicación, lo que representa una inmejorable tarjeta de presentación con sello de confianza para públicos internos y externos.
Por un lado, las certificaciones de reconocimiento internacional ISO 14001 de Gestión Ambiental en el diseño y la prestación de los servicios de alojamiento, Balneario y restauración; y la ISO 27001 de Gestión de Seguridad de la Información en todos sus servicios, otorgadas por IQNET y AENOR, Asociación Internacional de Certificación y Asociación Española de Normalización y Certificación respectivamente.
De otra parte, tanto el Balneario como el Hotel han sido galardonados con el distintivo Q de Calidad Turística, un reconocimiento con el que el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) certifica que sus instalaciones, personal y servicios se ajustan a los estrictos estándares de calidad fijados por la Normativa de Calidad Turística específica para nuestro sector (Norma UNE 182001:2008).
