BIO.- Nacido en Palencia, casado y con tres hijos, es Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Valladolid y pertenece al Cuerpo Superior, Escala Económico-Financiera de la Administración Regional de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. En la Junta de Castilla y León ejerció sucesivamente como coordinador de Servicios de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social, gerente de Servicios Sociales, secretario general de la Consejería de Medio Ambiente y consejero de Sanidad y de Familia e Igualdad de Oportunidades.
¿Cuál es su visión acerca de la trayectoria histórica del Programa de Termalismo Social del IMSERSO?
Entre las principales líneas de actuación, desarrolladas por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad está el impulso de programas destinados a los mayores que les garanticen un envejecimiento saludable, entre los cuales se encuentra el Programa de Termalismo Social. El Programa de Termalismo Social ha tenido, desde su inicio, un marcado carácter expansivo tanto en cuanto al número de plazas puestas a disposición de los usuarios como en cuanto al número de balnearios incorporados al Programa. En este sentido cabe destacar que el Programa se inició en el año 1989, con 12.848 plazas repartidas en 28 balnearios, y que actualmente, en el año 2013, se oferta un total de 206.000 plazas en 103 establecimientos termales. El desarrollo ha tenido un notable éxito y un elevado índice de satisfacción por parte de los usuarios. No solamente en la satisfacción de los usuarios reside el éxito del Programa sino también en la gran aceptación y valoración que por parte de los distintos sectores que integran el mundo del termalismo se ha hecho del mismo, pudiendo afirmarse, que actualmente constituye uno de los pilares que permiten a los establecimientos termales acometer obras de mejora y/o ampliación de sus instalaciones, al permitir obtener, gracias al Programa, óptimas ocupaciones de sus plazas durante la temporada baja, paliando el fenómeno de la estacionalidad.
¿Considera que el Programa de Termalismo Social es beneficioso para los mayores que más lo necesitan?
El IMSERSO, en cada convocatoria de plazas del Programa, intenta que la selección de las personas que disfruten de las mismas se efectúe a los solicitantes que más lo precisen. Para ello, se estable un baremo para valorar todas las solicitudes de plaza recibidas. Este baremo contempla, prioritariamente la valoración de las dos circunstancias que nos permiten asignar las plazas a los solicitantes que más lo precisen, estas son el grado de necesidad médica de recibir los tratamientos termales solicitados y la situación económica de las personas solicitantes.
Desde el punto de vista del máximo responsable de los Servicios Sociales ¿de que forma y en que grado contribuye el termalismo a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores?
Las personas mayores tienen en las aguas minero medicinales un gran aliado para mejorar su salud. No solo porque los tratamientos termales impartidos en los balnearios palian y rehabilitan diversas patologías a los usuarios del Programa de Termalismo Social, sino que, en ocasiones, por sus pluripatologías, estos tratamientos son el único método posible de aliviar sus dolencias crónicas.
¿La opinión de los usuarios confirma los fundamentos de IMSERSO respecto al Programa de Termalismo Social?
El IMSERSO efectúa un seguimiento continuo sobre las prestaciones incluidas en el Programa, así como sobre la calidad de los servicios impartidos a los usuarios. El seguimiento del programa se efectúa de dos formas diferentes, mediante vistas de control a los establecimientos termales y por medio de un contacto telefónico con una muestra de usuarios de cada uno de los turnos del Programa con objeto de conocer su grado de satisfacción en relación con los servicios recibidos, mediante la elaboración de una encuesta. La valoración general del Programa por parte de los participantes en el mismo es muy positiva, ya que, en la última temporada, el 89,32% se encuentra satisfecho con los servicios impartidos a través, del mismo. Igualmente se constata que el 76,24 % de los encuestados señalan ha mejorado su estado general de salud después de acudir al balneario. Asimismo, el 69,11% indica que con posterioridad a su estancia en el balneario ha mejorado su movilidad.
Cómo especialista en la materia ¿cómo cree que se desarrollará en un futuro, a medio plazo, la relación entre aumento de la esperanza de vida y el estado de bienestar?
El aumento de la esperanza de vida presenta un nuevo escenario en el que se multiplica el gasto social. Vivir más y mejor es una aspiración universal y, para ello, hay que mantener el estado de bienestar. El papel del sector público está experimentando un importante cambio con objeto de poder dar respuesta a este reto que, en todo caso, debe ser sostenible. Conviene tener en cuenta que España es una de las naciones con mayor esperanza de vida. Por ello, los gastos sociales afectados por la demografía crecerán en mayor medida que en otros países de nuestro entorno. Por eso es importante concienciar tanto a la población actual como a las generaciones futuras sobre la sostenibilidad económica del estado de bienestar.
