El encuentro de carácter oficial celebrado recientemente entre los Balnearios de Extremadura y el gobierno regional sirvió para que ambas partes tomaran conciencia de la realidad del sector en la región, además de para acercar posturas de cara a la toma de decisiones relacionadas con el plan estratégico y los proyectos de desarrollo del sector turístico en Extremadura. Aunque existen ocho estaciones termales en la región, sólo siete están operativas en la actualidad, los cuales acumulan una plantilla que ronda los 450 trabajadores con los que se atienden las más de 300.000 pernoctaciones que se alcanzaron en el ejercicio 2011; a lo que habría que sumar los puestos de trabajo indirectos que se crean en otros sectores.
Como representantes de estas instituciones acudieron a la reunión el coordinador general de la Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Extremadura, Juan Parejo, por una parte; y el presidente de la Asociación de Balnearios de Extremadura y director del Balneario de Alange, Fernando Fernández-Chiralt; el vicepresidente y director del Balneario de Fuentes del Trampal, Jorge Prieto; el director del Balneario del Raposo, Ignacio Cortes Moro; y el director del Balneario del Salugral, Carlos Yubero, por la otra. Tras la celebración del encuentro, ambas partes se mostraron muy satisfechas del clima de cordialidad y colaboración en que se había desarrollado.
En declaraciones a los medios de comunicación que cubrieron la posterior rueda de prensa, Parejo destacó el impacto "positivo" que ejercen los balnearios en la economía rural de Extremadura, donde constituyen la principal fuente de ingresos para muchos pueblos. "Esto evidencia la importancia que tienen los balnearios en nuestra comunidad" ya que "no se podrían entender determinados municipios sin la presencia de estos balnearios que les dan identidad, atraen turismo y generan riqueza y empleo", de tal forma que en ocasiones se configuran como motor de la economía local y actúan como agentes socializadores de primer orden.
