Hace más de una década, el director saliente de Las Caldas inició lo que sería uno de los proyectos hoteleros más destacados de Asturias: convertir el centenario Balneario de Las Caldas en un complejo termal de primera categoría que se convirtiese en referente del termalismo a nivel europeo. Pese a toparse con la omnipresente crisis económica, los planes de edificación de las nuevas instalaciones balnearias y hoteleras se comenzaron a implementar a partir del año 2008. Para entonces, Sánchez Vallina ya se había incorporado al equipo de José Félix Álvarez, quien le eligió personalmente para que consolidara el proyecto que requería de un desarrollo a largo plazo.
En la actualidad, Las Caldas Villa Termal es un complejo de primera categoría que incorpora instalaciones vanguardistas de reciente construcción a los tradicionales Gran Hotel y Balneario cuya integración se armoniza a través de la naturaleza. En palabras del propio Vallina en una entrevista concedida al periódico El Comercio, su apuesta se centra en la diversificación de los públicos y de los servicios ofertados por Las Caldas, que apuntan al usuario amante del deporte y la salud y al sector de congresos y eventos como principales objetivos de su estrategia comercial.
El perfil profesional de Fernando Sánchez Vallina atesora una consolidada trayectoria en el sector que le cualifica como un consagrado gestor hotelero: Pese a cursar estudios de Derecho, este ovetense conoce perfectamente el funcionamiento del negocio en todos sus niveles, ya que se introdujo en la hotelería de forma accidental durante un viaje idiomático a Inglaterra y desde entonces ha permanecido ligado a este sector, ocupando puesto de responsabilidad en distintas empresas como la cadena AC hoteles. Su apuesta por el desarrollo hotelero asturiano determina su reciente integración en la junta directiva de la Unión Hotelera, desde donde espera impulsar el crecimiento del sector.
Las Caldas Villa Termal es un complejo con categoría 5 estrellas, situado a 8 kilómetros de Oviedo que se pueden cubrir a través de una senda natural por la ribera del Río Nalón, en donde el culto a la salud, el ocio y el bienestar se conjugan con la naturaleza. El encanto del balneario de época y la tradición termal están impresos en el Balneario Real y el Gran Hotel, mientras que la sofisticación inunda el nuevo espacio Aquaxana y el Hotel Enclave que se complementan con el Centro de Convenciones Viator y el Instituto Vida Sana, con la última tecnología para la mejora de las capacidades deportivas de profesionales y aficionados.