Situado en pleno Valle del Tena, en una de las cumbres del Pirineo de Huesca (1.630 metros de altitud), el Balneario de Panticosa es uno de los establecimientos termales más prestigiosos de España. El Balneario, que fue miembro de la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) durante muchos años, acaba de reincorporarse a la Asociación. El complejo cuenta con un hotel de cuatro estrellas y una zona balnearia llamada “Termas de Tiberio”, de 8.500 metros cuadrados de superficie, dispone de una planta de piscinas con playa de arena natural, un iglú, piscina de hidromasaje, cortinas de agua, piscina aromática, sauna finlandesa, baño turco y hammam. También ofrece un gimnasio para todos sus usuarios con vistas a la montaña.
El Balneario se nutre de Aguas Mineromedicinales hipertermales que brotan de diferentes manantiales. Son muy alcalinas y blandas, fluoradas, sulfuradas, bicarbonatadas sódicas y oligometálicas. Poseen una acción analgésica y presentan beneficios para el tratamiento de enfermedades óseas, de piel, reumáticas, digestivas, cuadros de estrés y problemas asmáticos.
Sus orígenes datan de la época romana y sus primeras referencias documentadas son de 1286, año en el que Pedro I de Aragón lo cede al quiñón de Panticosa. El primer edificio del recinto se construyó en 1694. Actualmente, tras diferentes reformas y ampliaciones, ofrece unas modernas instalaciones con las últimas técnicas de hidroterapia.
La Asociación Nacional de Balnearios fue fundada en 1871 y es una de las instituciones más antiguas de España en su ámbito. Su objetivo es la promoción y defensa de los intereses de los establecimientos asociados, coordinando estrategias y planes de acción.
