El Balneario de Panticosa ha obtenido el sello “Safe Tourism Certified” que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) y que garantiza la adopción de las medidas higiénico-sanitarias para la prevención de la COVID-19 en establecimientos turísticos
El Balneario de Panticosa, miembro de la Asociación Nacional de Balnearios, ha obtenido el certificado “Safe Tourism Certified” que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española, que unido al de “Hostelería Segura” que también ostenta el establecimiento, garantizan el cumplimiento de los más estrictos requisitos en las medidas de limpieza, salud e higiene frente al Covid-19.
El Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) ha otorgado al complejo el sello “Safe Tourism Certified” como marca de garantía y certificación de implantación del Sistema de Prevención de Riesgos para la Salud frente a la COVID-19. Para la obtención del sello, el Balneario se ha sometido a una auditoria por parte de la certificadora Bureau Veritas, homologada a tal efecto.
Estos reconocimientos se unen a los otorgados por la Comunidad de Aragón, “Alojamiento Seguro” y “Restaurante Seguro”, concedidos por el Gobierno de la Comunidad junto a la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca.
A pesar de que la disponibilidad máxima del Balneario de Panticosa, en condiciones normales, supera las 250 habitaciones, la dirección del complejo decidió limitar el aforo al 50%, con el objetivo de poder cumplir con los requisitos de distanciamiento social, especialmente en las zonas comunes.
El Balneario de Panticosa está situado en pleno corazón del Pirineo de Huesca, cerca de las estaciones de esquí de Aramón Panticosa y de Formigal. Con 8.500 metros cuadrados de extensión, es un espacio dedicado al bienestar del cuerpo y de la mente, combinando experiencias sensitivas con actividades deportivas, culturales o lúdicas. Cuenta con 4 fuentes de aguas oligometálicas: el Manantial de San Agustín o Fuente del Riñón, la Fuente de la Belleza o del Estómago, el Manantial de La Laguna y el Manantial de Tiberio, con propiedades antiinflamatorias, dermatológicas, digestivas, relajantes y détox, entre otras, tratadas con oxígeno en lugar de cloro, algo único en la provincia de Aragón.