A lo largo de su historia, el Balneario situado en las faldas de Sierra Nevada ha acogido a personalidades de enorme envergadura. Entre finales del S. XIX y comienzos del XX, Lanjarón se consolida como lugar habitual de descanso de la clase acomodada de la época, fama que crece de tal forma que atraer a personalidades de la talla de la infanta Maria Luisa Fernanda de Borbón, Eugenia de Montijo -quien llegaría a ser emperatriz de Francia- la condesa de Teba, los duques de Montpensier e incluso la familia real de Marruecos.
La terraza de la estación termal también atrajo a los artistas e intelectuales de la zona, que acudían allí debatir en los típicos café tertulia que se estilaban en la época. Por allí pasaron grandes firmas como los escultores Mariano Benlliure y Juan Cristobal, el pintor Julio Romero de Torres o el torero Luis Mazzantini; y entre ellos Federico García Lorca. Según relata su hermana Isabel, Federico acudía diariamente a la tertulia del Balneario, a la que hizo acudir incluso a su amigo Salvador Dalí, y allí escribió algunos de sus romances gitanos.
Esta tradición de lugar de reunión de artísticas, intelectuales y científicos se renueva cada año en verano con los cursos “Lanjarón, Agua y Cultura”, que en su undécima edición ha llevado por título "Mens sana in corpore sano. El Agua como recurso didáctico multidisciplinar". En esta ocasión han participado el premio nacional de poesía Antonio Carvajal y el fiscal superior de la Comunidad Autónoma de Andalucía, Jesús García Calderón, además de los expertos en nuevas tecnologías Esteban Romero Frías y Isaac José Pérez, por citar a algunos.
Su proximidad a las cumbres de Sierra Nevada y a la Alpujarra también le hacen muy apetecible para los amantes de la naturaleza y el deporte. Desde hace algunos años el Balneario de Lanjarón colabora con pruebas de ciclismo como la Sierra Nevada Límite y la Subida Cicloturista al Veleta, o carreras de montaña como la Ternua Snow Running Sierra Nevada. Simplemente darse un paseo por los aledaños del Balneario ya es un placer para los sentidos, ya que la riqueza medioambiental de la zona es extraordinaria. Un masaje para los sentidos.
