Alhama en tiempos de Plinio era conocida como Artigi, Stici o Stigi. La villa se hallaba en el territorio de los túrdulos, antiguos pobladores prerromanos. Durante la dominación árabe de la península, la primitiva Artigi mudó su nombre por Alhama, que prosperó hasta llegar a ser una de las principales fortalezas de la región. De su importancia estratégica dan fe las sucesivas incursiones que tuvieron por objeto hacerse con sus dominios, en ocasiones por caudillos musulmanes como el príncipe Al Mundir, en el 886, y en otras por reyes cristianos como Fernando III El Santo, en el XIII.
La localidad del Balneario de Alhama de Granada fue una etapa del camino del infatigable viajero Ibn al-Battuta ya que en su libro “A través del Islam” hace referencia a su paso por la ciudad de camino entre Málaga y Granada en 1350 y comenta sobre Alhama: “Pequeña población que posee una mezquita maravillosamente emplazada y muy bien construida. Existen allí unas burgas de agua caliente, orilla de su río, a una milla de distancia, más o menos, del pueblo, con aposentos separados para el baño de hombres y mujeres”.
Diez años antes de la toma de Granada, en 1482, Alhama vivió su conquista por los caballeros cristianos Don Diego de Merlo, asistente de Sevilla, y Don Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz. Idearon una treta, por la que se infiltraron en la fortaleza un grupo de escaladores que abrieron las puertas a las tropas castellanas.
Tras la conquista del Reino Nazarí, Alhama continuó con su crecimiento hasta ser una ciudad importante y elogiada por el mismísimo Miguel de Cervantes. Esta localidad granadina nunca podrá olvidar la navidad de 1884, cuando un pavoroso seísmo destruyó 1479 casas causando más de 300 víctimas mortales y 500 heridos. A raíz de este terremoto surge el balneario moderno, ya que el antiguo se usaba desde tiempos de los romanos.
Los dos manantiales de aguas minero medicinales del Balneario de Alhama de Granada, conocidos popularmente como Baño Viejo y Baño Nuevo, se encuentran a unos tres kilómetros de distancia al norte de Alhama. Para acceder a ellos debemos atravesar un hermoso paisaje que constituye el conjunto de tajos, vegetación y carretera con el acompañamiento constante del cauce del río.
