Los Balnearios y los spas no son lo mismo, aunque ambos utilicen el agua como fuente de tratamiento. Los Balnearios son los únicos establecimientos en nuestro país que pueden hacer uso de Aguas Mineromedicinales procedentes de manantiales y que están declaradas de Utilidad Pública. Su utilización tiene carácter terapéutico y existen evidencias científicas desde hace cientos de años de sus beneficios para la salud. El objetivo de los Balnearios es fomentar la salud y el bienestar y para ello ofertan una serie de técnicas y terapias que se aplican con Agua Mineromedicinal. En estos establecimientos el médico es quien prescribe los tratamientos en función de las necesidades de los pacientes.
Los spas, por otra parte, utilizan agua corriente, potable, que no tiene ninguna propiedad especial. No tienen nada que ver con los Balnearios, ni tienen un carácter medicinal. Hacen uso de la hidroterapia para proporcionar relajación y bienestar y pueden estar ubicados en cualquier lugar, no como los Balnearios que deben situarse donde nacen los manantiales naturales.
Desde la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) recomendamos el uso de las Aguas Mineromedicinales para la prevención de diferentes dolencias, así como para la mejora de los síntomas de patologías de diferentes tipos: de carácter reumatológico, dermatológico, respiratorio, neurológico, digestivo, etcétera… Además, estos establecimientos son un espacio perfecto para desestresarse y disfrutar de los entornos naturales en los que se ubican. Y no sólo eso, entre su oferta se encuentran también una serie de actividades de ocio y cultura que permiten una estancia de lo más completa para cualquier edad y condición.
