Tratamientos renales en el Balneario Sicilia

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Balneario SiciliaLa litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis y conocida popularmente por la expresión "tener piedras en el riñón", es una enfermedad causada por la formación de cálculos o elementos sólidos que por diferentes razones se han concentrado y solidificado en los riñones. Los elementos solidificados están compuestos en su mayoría (casi el 80%) por sales de calcio, especialmente oxalato cálcico, y son sustancias habituales en la orina. 

Los datos al respecto son significativos, ya que, según los expertos, el 0,5% de la población de Europa Occidental sufrirá algún episodio de litiasis renal en los próximos 5 años. Estos cálculos pueden dar lugar a cólicos nefríticos -episodios espasmódicos tremendamente dolorosos que pueden ir asociados a mareos, vómitos y fiebre- más frecuentes en varones entre los 30 y 50 años.

El Balneario Sicilia, en la población de Jaraba (Zaragoza), cuenta con una larga trayectoria en el tratamiento de este tipo de patologías, ya que desde hace más de un siglo acuden allí usuarios que han padecido con anterioridad cólicos nefríticos de repetición, los cuales han remitido tras someterse al tratamiento hidroterápico prescrito.

El equipo médico del Balneario sostiene que en este tipo de tratamiento es más determinante la acción diurética, analgésica y decontracturante conseguida a través de las técnicas de balneación empleadas que la mineralización del agua sea la exacta para cada tipo de cálculo. Normalmente se da preferencia a la acción de arrastre de los pequeños cálculos y arenillas que ya estuvieran formados antes que evitar la formación de otros.

La principal técnica empleada es la Cura Hidropónica, que consiste en beber agua en tomas espaciadas a lo largo del día, la primera en ayunas y el resto repartido entre la mañana y la tarde. Para que la absorción del agua sea lo más rápida posible, se aconseja no hacer coincidir las tomas con las comidas. De esta forma se aumenta la producción de orina y con ello las contracciones ureterales, realizándose una acción mecánica que contribuye a la expulsión del cálculo. Además, la toma debe realizarse "a pié de manantial", ya que es allí donde el agua tiene todas las propiedades.

Además de la cura hidropónica, para ayudar a la movilización del cálculo se utilizan los baños de burbujas entre 36 y 38 ºC, gracias a los cuales, al estar el cuerpo dentro del agua, se produce una redistribución sanguínea que estimula la diuresis. El tratamiento se completa con los chorros termales a una temperatura de entre 39 y 42 grados centígrados, que producen una acción percusora y una vasodilatación local favorecedoras de la movilización del cálculo. Todo ello por un espacio de tiempo no inferior a los nueve días, aunque también se muestran mejorías en periodos más cortos.